Hola emprendedores!

Espero que esta lectura os encuentre sanos, fuertes y con alegría.

Quiero contaros una cosa acerca de las landing pages. Sí, lo sé, se han escrito ríos y ríos de tinta acerca de estas fantásticas puertas de entrada a tu producto o servicio, pero pocas veces se habla de como medir su efectividad.

Ciertamente es complicado si no eres un experto en mediciones o no tienes a alguna empresa o software detrás que haga ese trabajo.

Verás a lo que me refiero.

La estructura correcta de una landing page ya es muy conocida. O al menos todos sabemos más o menos que elementos poner en nuestra landing, como ponerlos y dónde colocarlos con más o menos exactitud.

La tarea fuerte viene después, en la medición de la efectividad de esa landing page.

Y aquí empieza la odisea…

Landing Pages, la odisea…

Primero vamos a poner unos cuantos conceptos sobre la mesa, o sobre la pantalla, como quieras.

Una vez terminada nuestra landing tenemos que saber cual es su “conversión“, es decir, cuantos de los visitantes están haciendo lo que nosotros queremos que hagan en nuestra página de captura.

Si la finalidad es que nos dejen su correo electrónico, ¿cuantos de los visitantes lo están dejando?

Si la finalidad es que nos dejen su código postal ¿Cuántos de los visitantes lo están dejando?

Si la finalidad es que nos dejen su nombre y su teléfono ¿cuántos de los visitantes lo están dejando?

Aquí debemos tomar en cuenta dos factores:

Número de visitantes y número de éxitos. O personas que están dejando sus datos.

Dividimos unos entre otros y ya tenemos el “ratio de conversión”.

Este numerito nos sirve para saber si nuestra landing se esta desempeñando bien o hay que hacerle retoques.

Vamos a suponer que en mi landin page me visitan diariamente 100 personas.

De esas 100, 1 me deja el dato que estoy pidiendo.

Hacemos la división:

1/100= 0.01 conclusión: 1% de efectividad de mi landing page.

Ahora que sabemos ese numerito famoso pasomos a la segunda parte.

Esa parte es intentar que el ratio de conversión pase del ese 1% inicial a, por lo menos 20% deseado.

Digo el 20% porque es un dato más o menos estándar de desempeño de una landing page exitosa.

Dependiendo de tu sector, nicho o tipo de negocio este dato puede ser mucho mayor o mucho menor.

Ejemplos de landing pages aún sin estrenar, con 0% de conversión para iniciar su carrera:

Landing Pages... la odisea

 

Pero vamos a centrarnos en el 20% de ejemplo.

Lo primero que se debe modificar es el título de tu landing page.

Haz pruebas con ese único cambio.

No intentes modificar completamente la Landing Page en plan kamikaze porque de lo que se trata es de saber qué elemento esta haciendo fallar la página.

Este proceso se llama “optimización” lo habrás escuchado montones de veces. Bueno, pues ya sabes a lo que se refieren.

Una vez que hayas modificado el titular. Vuelve a medir.

Vamos a suponer que con ese cambio tu conversión subió al 5% ¡que fantástico! mantén ese titular y cambia otro elemento. Digamos la imagen.

No tienen que ser cambios drásticos, puede ser el color del marco, el tamaño de la imagen, el color de fondo… un cambio pequeño es suficiente.

Si nos ponemos en plan drama directamente pones una foto que no tenga nada que ver con la primera.

Listo. Cambio hecho.

Con ese cambio vuelves a medir el desempeño. Supongamos que has dado con la foto exacta y tu ratio ha subido al 10% ¡un completo éxito!

Mantienes la imagen y haces otro cambio pequeño. Digamos que ahora modificas el texto de tu landing. No el titular, que ese ya te había quedado bien antes.

Cambias una palabra, una frase o todo el texto si estás en plan suicida.

Vuelves a medir.

Y digamos que también has sido genial y ha subido nuevamente la conversión a un 12% nos acercamos a la meta de ese 20%.

Lo último que vas a modificar es el CTA o Call to Action. Ese botoncito final que dice “suscribete aquí” o que dice “compra ahora” o que dice “descarga el material” lo que sea que diga.

Cambias el color, el tamaño, la ubicación en tu página, el texto que contiene… ¡espera no hagas todos los cambios a la vez! solo uno y vuelves a medir.

Si todo ha salido bien, volverá a aumentar el ratio.

Y así vas haciendo modificaciones o lo que se llama “optimizando” tu landing hasta que sea lo suficientemente buena para que valga la pena enviarle tráfico sin límites.

Atento emprendedor. Los cambios no siempre son a mejor.

Puede ser que estés en el 10% y modifiques un pequeño texto y caiga el ratio al 1% de nuevo.

Esa es la importancia de hacer cambios uno a uno e ir midiendo. De esta manera puedes deshacer el error en cuestión de segundos (o minutos, según tu velocidad de teclado).

¿Que te parece?

¿Crees que ahora podrás optimizar tus landing pages y saber si realmente lo están haciendo bien o no?

En mi siguiente post te mostraré una forma hiper-sencilla de medir el desempeño de tu landing page.

Nada de números hiper-complicados o softwares mega-caros, las herramientas que uso yo personalmente y que me ayudan a mantenerme en el camino correcto.

¿Me acompañas?

Espero que si!

Ahora lo único que tienes que hacer es compartir este post en todas y cada una de tus redes sociales y en los correos con tus amigos. 😀

Gracias por hacerlo!!